29 diciembre 2005

Feliz tedio nuevo

Desde aquí, ese individuo insulso que nunca será para nadie más que alguien que habla de cosas serias y así como sabihondas os desea a todos un Feliz Tedio Nuevo.
Después de 365 aburridos días volveré a desearos lo mismo, para seguir siendo igual de gris y aburrido, a juego con mi vida.

23 diciembre 2005

El Estado

La Revolución Francesa trajo muchas cosas consigo. Trajo el fin de las relaciones económicas feudales, trajo la ruptura con los derechos de sangre, trajo el liberalismo económico. Pero, sobre todo, trajo una cosa que se mostraría nefanda en los siglos siguientes: la nación.
Porque es con la Revolución de 1789 cuando aparece la nación como idea política. La unidad de intereses y fuerzas de un conjunto de individuos, por el mero hecho anecdótico de vivir en vecindad y bailar la misma música.
No obstante, la idea de nación aún llegaría a mostrar su cara más amable durante el siglo XIX. La nación condujo a la atomización de Europa y a la instauración generalizada de Monarquías constitucionales como consecuencia de la idea del Estado-nación.
El Estado como entidad supraindividual, con intereses, medios y objetivos no asimilables a los del gobernante, surge aproximadamente en 1500, de la mano sobre todo de Maquiavelo y otros pensadores de Estado de la época. Este concepto de Estado sin embargo quedaría bastante difuminado en la oleada de autoritarismo que siguió, sobre todo hacia el siglo XVII, donde volvió a haber una fuerte identificación Rey-Estado. Con el surgimiento de la idea de nación, pronto se vio que el Estado era el marco perfecto para su pleno desarrollo.
Así, durante el siglo XIX asistimos al proceso de autodeterminación de los pueblos de Europa, que no deja de ser sino el intento de asignar, unívocamente, un Estado a cada nación. Un ejemplo perfecto es el del Imperio Austríaco. Desde el siglo XVI, los Habsburgo habían heredado los reinos de Hungría y Bohemia (el reino de los checos y rutenos). Hasta después de las guerras napoleónicas, no hubo ningún problema. Los checos presentaron un acercamiento cultural hacia el germanismo austriaco, mientras los rutenos/eslovacos se miraban en el espejo de los húngaros. La cohesión del conjunto era notable, salpicada sólo por el descontento de las clases altas húngaras debido a su pérdida de poder. Un descontento, es importante señalarlo, sin ningún carácter nacional. No protestaban por ver el poder en manos de extranjeros, sino porque ellos lo habían ostentado hasta entonces. Las diferencias entre austriacos, checos y húngaros eran notorias, tanto en lengua y cultura como en la vida cotidiana, hasta el punto que la organización de los ejércitos austriacos era radicalmente diferente a la de los húngaros. SIn embargo, no había tensiones identitarias.
Llega el siglo XIX, sin embargo, y los húngaros, contaminados por la idea nacional, presionan a Austria para conseguir su propio Estado. Con el tiempo consiguen un gobierno propio, reconocimiento de su lengua y su cultura, incluso consiguen que el Emperador de Austria reconozca un segundo reino, pasando a ser Emperador de la Monarquía Dual de Austra y Hungría. Este intento de identificación Estado-nación se recrudecería entrado el siglo XX, tras la Primera Guerra Mundial, trasnochado intento de cumplir los sueños independentistas de las minorías del XIX, y tras la Segunda, aunque aquí la entrada en juego del comunismo hace que el ejemplo se vuelva difuso. Sin embargo, la atomización cultural del Imperio Austríaco hace que un checo incontestable como Franz Kafka, amigo de círculos independentistas y anarquistas, fuera hasta fecha reciente ignorado y proscrito de la cultura nacional checa por cometer el imperdonable pecado de tener el alemán como lengua madre.
Uno podría esperar que ahora que, gracias entre otras cosas al comunismo y la Unión Soviética, el pensamiento occidental ha alcanzado la idea del Estado supranacional, donde el Estado se encarga de que los derechos de las minorías culturales sean respetados, por lo que éstas pueden convivir sin problemas con nacionalidades mayores, la cosa se arregle y tendamos hacia grandes Estados sin sesgos ideológicos, religiosos o raciales.
Ja. Ilusos.
Como hace siglo y medio, el nacionalismo cainita sigue exigiendo un Estado diferente del vecino por hablar otra lengua, bailar un poco diferente y llamar a un instrumento dolçaina en vez de dulzaina.
Cuándo avanzaremos.

19 diciembre 2005

Con la Iglesia hemos topado

Como sabréis, tengo una hermana de 15 años. Va a un instituto público, y desde que empezó la ESO, colabora con el coro que dirige una profesora de música. Hasta este curso han estado ensayando durante los recreos, y ahora por fin han conseguido tener una asignatura dedicada, Canto Coral. Aparte de los ensayos no tienen muchas más actividades: hicieron un intercambio con un grupo similar de Valladolid, actuaron las últimas Navidades en un centro comercial, fueron a Teruel a un festival y, desde el primer año, han participado en un concurso interescolar de villancicos que organiza una asociación de Zaragoza. El concurso se celebra en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, y hay que señalar que es la mejor sala de todas. Yo no había ido nunca porque la entrada cuesta unos 6 euros, pero este año no me ha quedado más remedio ya que mis padres estaban de viaje y mi hermana quería que alguien de su familia la viese. Así que el sábado por la tarde me fui sola al dichoso concurso. Al principio todo me pareció bastante normal, los presentadores eran un poco idiotas pero no era nada destacable. Conforme fui viendo los grupos que actuaban, me fui sorprendiendo más: todo eran colegios concertados, o privados, o asociaciones con un denominador común... Todos eran grupos religiosos, bastante cercanos al Opus Dei, incluida la asociación organizadora. Todos, menos el instituto de mi hermana. Las actuaciones fueron muy variadas, unas bastante buenas y otras en las que la inexperiencia saltaba a la vista. Pero el coro de mi hermana me gustó mucho, lo hicieron francamente bien, ellas y sus músicos (el novio de la profesora, el hermano de la profesora, y otros alumnos del instituto), a pesar de cantar en catalán. Disfruté con la mayoría de los grupos. Y por fin llegó el resultado del concurso. El jurado estaba compuesto por un ex futbolista, una soprano (¿conocida?), el presidente de Juventudes Musicales (sea lo que sea eso) y un matrimonio de la asociación. La verdad es que los premiados no fueron nada sorprendentes, a pesar de lo bien que lo habían hecho, las compañeras de mi hermana se fueron como habían venido, pero con tubos de Lacasitos (regalados por Chocolates Lacasa, que patrocinaba el evento).

Esta anécdota por sí sola no tiene demasiada importancia, si no te paras a echar unas cuentas. Resulta que cada grupo participante debía abonar 50 euros. Además, la sala estaba casi llena, y tiene una capacidad de 2000 personas, a 6 euros cada una. Y la lista de patrocinadores no es pequeña ni poco importante, 15 empresas de diversos tamaños. A eso hay que restarle el alquiler de la sala.

No contentos con amañar totalmente el resultado (los trofeos estaban cuidadosamente contados y no cuadraba en absoluto su distribución si no es con un resultado conocido de antemano, pero me ahorraré los detalles para no aburriros más), la asociación tiene en el dichoso concursito una manera excelente de sacar dinero. Porque si yo puedo ir a esa misma sala a ver a un coro profesional de cualquier parte de Europa y pagar 12 euros, ¿cómo se explica que para ver un concurso infantil en el que los participantes pagan, tenga que abonar 6 euros?

Y como sacar dinero y beneficiar a sus asociaciones amigas no es suficiente, encontraron un magnífico hueco para publicitar su asociación de niñas de 10 a 18 años durante la deliberación del jurado, abrumándonos con todo lujo de detalles de sus espléndidas actividades, de sus maravillosos padres, y de sus perfectas niñas.

Lo único que no entiendo de todo esto es cómo fui capaz de aguantar 3 horas ahí sentada.

18 diciembre 2005

Mejor que no sea así

Mal motivo para hacerme escribir, pero bueno. Me gustaría mucho que siguieras escribiendo, así que voy a permitir comentarios en mi post (o como quiera que se llame esto en un blog), y a devolver las cosas a su estado anterior. Espero que te animes, y lo mismo haré yo.

Chispún

Tras meditarlo larga y profundamente durante por lo menos un minuto he decidido que me no tengo nada que decir a nadie y que voy a dejar de escribir aquí. El blog sigue abierto por si Oriana se deja de tonterías y complejos y se anima de una vez a escribir más a menudo.
Gracias por leerme.

16 diciembre 2005

Se cultiva un cerebro capaz de manejar un simulador aéreo

Un investigador de la Universidad de Florida ha cultivado en una placa de vidrio un cerebro vivo, mediante el trasplante de aprox. 25 000 células neuronales de un ratón, que inmediatamente después de ser puestas en el medio de cultivo comenzaron a desarrollar interconexiones sinápticas y a funcionar como un conjunto.

Este "cerebro" vivo está conectado mediante sesenta electrodos a un PC de sobremesa, donde un simulador de vuelo se comunica con él mediante un sistema de retroalimentación eléctrica (semejante al sistema nervioso). Este sistema informa al "cerebro" de la situación del avión, y recibe de éste información para la corrección del vuelo si es necesario. Al principio el "cerebro" respondía aleatoriamente, por lo que el avión se movía de forma desordenada, pero con el tiempo la red neuronal se perfecciona, es decir, el "cerebro" aprende físicamente a manejar el avión.

El objetivo final del experimento es entender los mecanismo de procesado de información del cerebro, que siguen estando por encima de lo que ningún computador creado por el hombre está, para por un lado imitarlos en el diseño de nuevos computadores y por otro entender sus anomalías (como la epilepsia o los síndromes relacionados con la memoria) y poder tratarlas de forma no destructiva. Se sugiere que en el futuro se podrían utilizar "cerebros" cultivados entrenados en tareas poco seguras (como la desactivación de explosivos) o imposibles para un ser humano (como pilotaje de pequeños artefactos de cohetería).

http://www.napa.ufl.edu/2004news/braindish.htm

11 diciembre 2005

La realidad

Visto el nulo éxito que tienen mis entradas científicas (si es que sois todos unos talibanes de las humanidades), voy a volver al ensayo-protesta-desvarío-chorrada.

Quisiera hacer un breve comentario sobre una cosa a la que le dí bastantes vueltas hará unos 5 años, la realidad.
¿Qué es la realidad? O, mejor dicho, ¿existe la realidad? ¿Sólo una? ¿Muchas? ¿Ninguna?
Si yo estoy durmiendo y alguien entra en el cuarto, pero yo no lo percibo, para mí ese alguien no ha entrado en el cuarto mientras yo dormía. Para mí, la única definición con sentido de realidad es conjunto de las percepciones sensibles sobre el mundo material de un individuo. Así, existirían tantas realidades como individuos. En mi realidad, nadie ha entrado en el cuarto mientras dormía; en la de quien ha entrado, sí. Por supuesto esto es muy discutible.
Una de las primeras críticas a esa concepción de la realidad es el hecho de que puede haber huellas del paso de esa persona. Desde mover un objeto, a marcar el polvo del suelo con los pies. Pero en ese caso, hasta que yo no perciba esas señales, esa persona no habrá entrado en el cuarto en mi realidad; una vez que las perciba, sí. Esto nos lleva pues a un concepto de realidad mutable, que puede cambiar de forma retroactiva en función de las percepciones. Así, la realidad no se "fabrica" en el sentido del paso del presente al futuro, sino también hacia atrás, el pasado se va construyendo a medida que conocemos el presente. No es ninguna tontería, es lo mismo que hacen todas las ciencias humanas y naturales, reconstruir el pasado a partir de señales del presente, lo que a su vez conduce a un nuevo punto de vista sobre el presente.
Se puede discutir que esas señales tienen que estar ahí de alguna forma para que yo las perciba, lo que conduce a la idea de que esas realidades individuales deben ser formas parciales de una realidad de referencia universal, donde están todos los hechos materiales (lo que engarza con el mito de la caverna de Platón). Sin embargo, disiento de esta afirmación. Esas señales han sido generadas por un individuo, con su propia realidad; en su realidad existen tales señales. Sin una realidad creadora, esas señales no pueden cobrar forma. Por lo tanto, es indiferente si existe o no una realidad de referencia, ya que las realidades se generan por la influencia de otras realidades. Cuando hago uso de mi realidad para modificar mi entorno, influyo decisivamente en las realidades que también perciben ese entorno; que perciben, en definitiva, mi realidad.
Por lo tanto, si la realidad de referencia es de existencia indemostrable y no tiene un papel real, poemos prescindir de ella y no llamarla realidad, quedando entonces, según este bosquejo filosófico surgido del aburrimiento, la idea de que existen tantas realidades como individuos, que se generan y se desarrollan por interacciones mutuas, sin que exista una realidad superior universal.

No es más que una tontería, y como argumentación tiene mil fallos, pero me ha parecido interesante postearlo.

09 diciembre 2005

Culturilla general: la ósmosis

Se conoce como ósmosis a una de las propiedades coligativas de la materia.

Se llaman propiedades coligativas a una serie de fenómenos de naturaleza fisicoquímica que tienen lugar siempre que tenemos una disolución* con el disolvente en fase líquida. Lo interesante de estas propiedades es que son independientes de la naturaleza del soluto.
Por ejemplo, una de estas propiedades es el descenso crioscópico (descenso del punto de fusión** del sólido correspondiente debido a la presencia de un soluto), que es lo que hace que cuando se echa sal a las carreteras no se forme una capa de hielo (el punto de fusión cae por debajo de la temperatura ambiente y, si hay hielo, se funde, y si no lo hay, no se forma). Así, ese descenso crioscópico es exactamente el mismo disolvamos cloruro de sodio, cloruro de potasio, acetato de amonio o cualquier otra sal binaria.
La ósmosis es la más importante de estas propiedades coligativas. Si colocamos dos disoluciones de distinta concentración de soluto en contacto a través de una membrana semipermeable***, el equilibrio dinámico**** que normalmente tendría lugar se modifica por una sobrepresión que tiene a igualar las concentraciones. Así, el disolvente del lado menos concentrado tiende a pasar hacia el otro, produciéndose un trasvase de volumen, hasta que ambas concentraciones se igualan, momento en que la sobrepresión desaparece y se restaura el equilibrio.
El control de los fenómenos de ósmosis es el mecanismo utilizado por la célula para regular su volumen. Mediante herramientas bioquímicas, la célula regula la entrada y salida de sales, regulando por tanto la entrada y salida de agua, y por ende corrigiendo su tamaño si es necesario. Un ejemplo visual de ósmosis es el baño. Cuando pasamos mucho tiempo sumergidos en la bañera, el agua del baño, pobre en sales, tiende a entrar al interior de nuestras células, medio mucho más salino, y produce depósitos de agua que nos dan ese aspecto característico de "piel de abuelo". El consumo en gran cantidad de agua dulce (del orden de 15 litros en unos pocos minutos) puede ser también letal, ya que produce desajustes salinos que saturan de agua a las células de nuestro organismo, que llegan a hincharse tanto que se rompen.
Uno de los métodos que actualmente gozan de mayor predicamento en materia de desalinización de aguas es el de la ósmosis inversa. Este método aprovecha el concepto de la ósmosis y lo revierte: se trata de ejercer presión mecánica sobre una disolución concentrada, separada de otra diluída por una membrana semipermeable. Si esa presión ejercida supera a la presión osmótica inversa, el resultado neto es una pequeña presión que favorece que la disolución concentrada se concentre aún más y que la diluída se diluya aún más, lo que permite obtener a partir del agua del mar pequeñas fracciones muy saladas y grandes fracciones con una concentración salina pequeña, aptas para la potabilización y el consumo humano.

* Disolución: el concepto químico de disolución no coincide totalmente con el concepto cotidiano. Se llama disolución a la mezcla de dos componentes, cualquiera que sea su naturaleza (no necesariamente sólido y líquido, hay disoluciones de gases en sólidos, por ejemplo), que conforman una única fase física. No se debe confundir ni con las dispersiones coloidales, ni con las emulsiones, ni con las fases inmiscibles. Una disolución se compone de un disolvente (que casi siempre es el componente mayoritario) y uno o más solutos (que son los componentes minoritarios).
** Punto de fusión: el punto de fusión de una sustancia es la temperatura máxima a la que existe en forma sólida; por encima de esa temperatura, la fase termodinámicamente estable es la líquida. A pesar de lo que se suele enseñar en la enseñanza media, no coincide con el punto de congelación, pero la diferencia es tan pequeña que normalmente puede ser ignorado. Por ejemplo, el punto de fusión del agua es 0.00 ºC, mientras que el punto de congelación es 0.01 ºC.
*** Membrana semipermeable: se trata de una membrana por el tamaño de sus poros permite el paso de sólo algunas de las sustancias con las que se trabaja. En este caso, las membranas semipermeables permiten el paso de las moléculas de disolvente, pero no de las de soluto. El ejemplo más barato de membrana semipermeable es una tripa de cerdo, que de hecho (aunque parezca mentira) se utilizan en los laboratorios de bioquímica para separar proteínas mediante cromatografía osmótica.
**** Equilibrio dinámico: se llama equilibrio dinámico a la situación de equilibrio macroscópico pero actividad microscópica que se produce cuando se dan dos efectos microscópicos opuestos de igual intensidad. En este caso, con dos disoluciones de igual concentración separadas por una membrana semipermeable, se produce un equilibrio dinámico: a nivel microscópico las moléculas de disolvente están atravesando la membrana constantemente, pero como la velocidad de paso es igual en ambos sentidos, el efecto global neto es equilibrio. El mundo se puede definir como un gran equilibrio dinámico.

06 diciembre 2005

Kampfgruppe

El Feldwebel Becker desenfundó su Walter P38 y se volvió hacia sus hombres:
- No dejéis vivo a uno solo de esos cerdos.
Detrás de él, los pocos veteranos de la sección fumaban tranquilamente; sabían que todo iría bien si conservaban la calma. Revisaban sus subfusiles, comprobaban las tapas de sus cartucheras. Apuraban sus cigarrillos. En unos minutos volverían, una vez más, a jugarse la piel, saltando a unas trincheras donde unos sorprendidos reclutas rusos apenas tendrían una oportunidad.
Sin embargo, los reemplazos no pensaban lo mismo. La mayoría tenía menos de 18 años o más de 40. Al principio no habían sido movilizados por ser demasiado jóvenes o poco aptos para la vida castrense, pero a estas alturas de la guerra el Reich necesitaba de todo brazo capaz de empuñar un arma.
A la hora convenida, la sección de morteros del regimiento comenzó la operación de ablandamiento de las posiciones rusas. Durante quince minutos exactos, los tubos de los Granatwerfer alemanes resonaron cíclicamente, obligando a los rusos a mantenerse en el fondo de las trincheras. Cuando la última salva aún volaba por el aire, a una señal de silbato, los alemanes saltaron de sus pozos de tirador y cruzaron a la carrera la estrechísima tierra de nadie, encontrando a los rusos aún pegados al suelo.
Fue una carnicería. Los primeros diez hombres pasaron como un huracán, repartiendo golpes de pala igual que ráfagas de subfusil o chorros de lanzallamas. Los rusos, presas del pánico, corrían en todas las direcciones, no atinaban a disparar hacia los alemanes. Alguno levantó las manos; los veteranos, enfurecidos, adiestrados para matar sin pensar, los tumbaron de un par de balazos.

El coronel ruso al mando de la zona dio un par de órdenes, y se preparó el contraataque. Los rusos esperaban cortar la retirada a los alemanes con fuego cruzado de ametralladoras, y una compañía de choque de siberianos atraparía al grupo de asalto alemán en la misma trampa en que ellos habían capturado a los rusos hacía unos minutos.

El teniente Kamániev desenfundó su Tula-Tokareva 33 y se volvió hacia sus hombres:
- No dejéis vivo a uno solo de esos cerdos.
Detrás de él, los pocos veteranos de la sección fumaban tranquilamente; sabían que todo iría bien si conservaban la calma.

05 diciembre 2005

Tartaletas a la antigua

Se coge un recipiente de una cierta profundidad, que no sea superficial, y se mezcla un cuarto de litro de historia y otro de literatura. Se bate bien con cien gramos de matemáticas, cincuenta de física y cincuenta de química, ligándose con unas cucharadas de arte si es necesario.
Se cubre con esta masa el fondo del recipiente; constituirá la base de la tartaleta. La filosofía es imprescindible, aunque debido a su textura lechosa es conveniente espesarla con historia natural. La psicología y la antropología casan muy bien entre sí, y con una pizca de neurología. La geología disuelta en geografía sabe muy bien también si acompaña a una pasta ligera de economía.
Las diversas confituras ingenieras dan un nuevo y muy interesante sabor a la base, realzando las matemáticas y la física.
El recubrimiento de la tartaleta debe hacerse con cuidado; de él depende cómo sabrá en el futuro. Personalmente recomiendo entregarse a lo que más apetezca; comer a disgusto nunca es grato.
El tiempo de horneado también es importante. Es inexcusable mantenerla caliente y cociéndose toda la vida; quien saque la tartaleta del horno demasiado pronto obtendrá pobres resultados.

Suerte en la cocina.

Amor eterno y otros solazamientos



















Esta entrada viene al caso de una experiencia ajena.
Quería hablar del amor eterno. Todos, cuando somos adolescentes, pasamos por distintas etapas, de mayor o menor duración. Hay gente, sin embargo, que pasa un tiempo extraordinariamente largo (a veces de por vida) en una de las más perversas: el tuberculismo amoroso.

Cual auténticos y torturados artistas románticos, muchos jóvenes escriben en sus blogs, en sus diarios, en los mensajes a sus amigos, largas líneas de irregular trazo sobre sus desvelos por un ser amado. En estos individuos siempre se repiten unos cuantos patrones:
- Providencialismo: por supuesto, el gentil caballero está destinado a una princesa. Sea cual sea. Aun sin el consentimiento de la princesa. El íntimo convencimiento de la propia irresistibilidad, aunque nunca confesado, sirve al asediante como razón indiscutible de su atractivo, que hará que, obviamente, la damisela correspondiente esté día y noche desvivida por hacerle caso. Aunque la damisela lo considere un capullo comemierdas machista y egoísta.
- Proteccionismo: esto es especialmente peligroso, porque el gentil caballero siempre se considerará caballerosamente obligado a defender a su dama, lo que termina derivando en un paternalismo asfixiante que impide a la pobre sufridora tener una vida ya no sentimental, sino meramente social, sana.
- Egolatría: en realidad, lo que más atrae al joven caballero es él mismo. La relación de pareja no es sino un ejercicio de demostración al mundo, y a sí mismo, de su propia genialidad y hombría. Cuanto más difícil sea el objetivo a alcanzar, cuanto más hombre se muestre el caballero, más vale el tanto a ojos de sus amigos y de él mismo.
- Exclusividad: si mi amor es eterno y no puede cambiar, el suyo también. Es para mí. Y punto. El altruista gentilhombre es siempre celoso, posesivo, y se entrega, según dice, en cuerpo y alma, exigiendo el mismo trato. Por supuesto, él podrá flirtear con otras chicas, ya que su amor es puro y no hace falta más prueba que su palabra. Ay de su asediada si mira a otros chicos.

En fin, es ésta una forma no sólo caduca, sino reaccionaria de entender el amor. Una perversión de esa sensacion maravillosa de comunión con otra persona, que no tiene de exclusivo y recíproco más que lo que nuestra sociedad ha querido añadirle.
Si habéis amado sin sentir necesidad de reciprocidad, sin desear que esa persona os amara en exclusiva a vosotros, enhorabuena. Habéis sentido lo que para mí es realmente el amor, sin los aditamentos que la sociedad nos impone.

01 diciembre 2005

Atavismos

La mujer dejó suavemente, con amor, el vaso en la mesa. Había sido fiel hasta el final. Con lágrimas en los ojos, más lágrimas de las que creía capaces de guardarse en sus ojos, cogió con suavidad un trapo viejo que había en la mesa, un trapo anodino, pero casero, de los que recuerdan a las excursiones a la cocina a buscar galletas durante las largas tardes de la infancia, y lo dobló suavemente, de esa forma que saben sólo las amas de casa. Secó con cuidado la saliva, que caía leve, perezosamente por la comisuras de aquellos labios, viscoso testigo de la atmósfera no menos viscosa que les oprimía, que entorpecía sus movimientos como los de un buzo.
Él tenía un rictus de dolor. Su cara había permanecido sonriente durante los primeros momentos, mientras su mente era aún capaz de mantener la situación, pero terminó cediendo, cediendo al dolor y a los estertores, pero cediendo también al miedo, al miedo atávico que sus ancestros tuvieron al frío y al hambre, al miedo a la muerte que hace del hombre el más instintivo de los animales, ese miedo que sólo la locura es capaz de suprimir, ese miedo que de cualquier otro modo solo puede ser empujazo, forzado, a algún recoveco de la mente, pero que seguirá, esperando a cualquier despiste de la razón, presto a liberarse y tomar forma.
Así había ocurrido sin duda cuando el hombre aferró la mano de su esposa, en un último intento de huir, de deshacer su decisión, de levantare y gritarse a sí mismo "Eres un imbécil, llevas meses preparando esto sólo por orgullo, por supuesto que no quieres morir, pero has tenido que hacer esto". Durante un momento la mujer vio en sus ojos un destello, frío como la obsidiana, un destello que no se debía al sufrimiento ni a la muerte, era un destello inculpatorio, como si el moribundo quisiera decir a la sufrida esposa que la culpa era suya por hacerle caso, por no ser la madre que se esperaba que fuera, por no haberle dicho en ningún momento que lo que estaba planeando era una tontería, por haberle tendido en el último momento el vaso de cianuro potásico. El reflejo instintivo del niño que, como un soldado cínico, se escuda en la autoridad de su madre para quitarse todo cargo de conciencia.
La mujer recordaba aún esa fría mirada, la veía claramente donde quiera que mirase. Estuvo un minuto, dos en silencio, luego se levantó, colocó la silla en su sitio y se lamentó interiormente por no haber comprado dos dosis de cianuro.

AAR Castilla en armas II

El destino de la dinastía está sellado.
En 1066, para celebrar su primer aniversario en el trono, Sancho II de Castilla tomó por esposa a María Díaz, pequeña noble leonesa. Pronto tuvieron un hijo, por nombre Menendo, que estaría destinado a heredar el reino.
En los años siguientes, una hermana siguió a Menendo. Por lo demás, éste era educado en las artes marciales tomando a don Rodrigo Díaz de Vivar por mentor; no era inhábil dirigiendo a los ejércitos.
Durante más de quince años, los tres hermanos (Sancho, Alfonso y García) reinaron en paz, tanto entre sí como con los moros. Finalmente, en el verano de 1081 los hermanos menores murieron, dejando a Sancho los reinos de Galicia y León. El noroeste de la Península quedaba así unificado. Pero Sancho apenas iba a tener tienmpo de disfrutarlo: ese mismo noviembre enfermó de calentura y murió rápidamente, dejando a un aún inmaduro Menendo el título de rey.
El Cid, a la sazón Mariscal de Castilla y regente por elección de Menendo I, empezó a planear las defensas. Sabía que los moros aprovecharían la ocasión.

[Anexo]
Auxiliado por su madre, versada en leyes, Menendo esperó a su madurez en pleno proceso de modernización de las tierras de sus tíos. Construyó bibliotecas, atrajo a peregrinos, limpió y señalizó el Camino de Santiago y propició la pesa y la explotación silvícola en todas sus tierras. Mientras, esperaba pacientemente a la mayoría de edad de Adela de Capeto, hija primera del Rey de Francia.