24 octubre 2005

Huevos



Un huevo. Un sencillo y modesto huevo. Apenas una promesa de lo que ha de venir, un trocito de débil cáscara recubriendo una esencia aún más débil.
Pero el huevo es listo, muy listo, y sabe que no hay motivos por los que comer a un huevo en concreto si está con muchos más. El huevo usa sus habilidades para el camuflaje para vivir una existencia pasiva y anodina.
Porque la esencia del anonimato del huevo no está en su color. No. Hay diversos colores de huevo. Pueden estár más o menos sucios, llevar o no restos del corral. Pueden ser más grandes, más pequeños, incluso más alargados o más achatados. Pero todo eso son tonterías.
La esencia del huevo está en que no tiene cara.
Las yemas son todas distintas; tienen espíritu, carácter, personalidad. Son ricas, nutritivas, elegantes y muy fluídas, son todo lo contrario que el huevo. Una yema incita a ser cocinada, a ser comida; con los huevos se tiene cuidado y se los trata desapasionadamente, sin énfasis, no sea que se rompan. Se compran y venden, llevan y traen, por docenas o medias docenas; un huevo solo no es nada.

Como muchos de nosotros. Nos escondemos detrás de lo que hacemos, porque nos dá miedo ser lo que somos. Nos escudamos en la masa, en millones de huevos como nosotros que tienen su día planificado y que van y vienen en docenas. Huevos que nunca, pase lo que pase, nos atreveremos a salir ahí fuera y hacer lo que de verdad queramos hacer. Huevos que nunca tendremos las narices de decir "esta es mi vida y quiero vivirla", romper la cáscara y salir, haya una sartén o haya una batidora fuera. Huevos que nunca tendremos verdadera cara, porque nuestra cara está dentro, pugnando por romper la cáscara, contenida a disgusto. Porque si desde fuera del huevo no se puede ver la yema, tampoco la yema puede ver fuera.

Así que vamos fuera, que ya es hora.

Un poco de música

Cambiando de tercio. Tarariiii.

Una recomendación que no puedo dejar de hacer es L'Estro Armonico, magistral colección de conciertos del maestro Antonio Vivaldi. El barroco italiano, aunque frívolo y superficial para algunos estómagos delicados, es totalmente delicioso desde un punto de vista formal; para mí, L'Estro Armonico es una muestra especialmente genial de barroco italiano. Estos seis conciertos, con una estructura totalmente típica de la época en tres movimientos, harán seguro las delicias de mis artísticamente cultivados lectores.
Sí, ya sé que soy un sucio pelota, pero es para que me sigáis leyendo.

Bioquímica por compasión

Mañana por la mañana comienzo las prácticas de laboratorio de este año, con un maravilloso y apetecible ciclo de 20 horas de Laboratorio de Proteínas. Hombre, aparte de ser aburrido y monótono, tiene un lado entretenido, el material que se usa es totalmente diferente del que usamos en los laboratorios de química. Por lo demás, son prácticas aburridas y huelen mal (esto no es coña).

22 octubre 2005

Pilas de combustible

Vamos a ser un poco divulgativos.

Ayer mi clase habitual de Preparación de Compuestos Inorgánicos (vulgo PCI) fue un pequeño seminario sobre pilas de combustible. Voy a intentar explicar en pocas palabras qué es y cómo funciona una de estas pilas.

La pila de combustible es la mejor forma de aprovechamiento de energía química que se conoce. Es la única forma con futuro que se conoce para el aprovechamiento del hidrógeno como combustible. Una pila de combustible es parecida a una pila galvánica o batería, pero se produce la alimentación en continuo.
Normalmente, la energía química de un combustible se aprovecha por uno de los siguientes métodos:
- Como agente generador de energía mecánica en un motor:
Energía química => Energía térmica => Energía mecánica
- Como agente generador de corriente eléctrica mediante un sistema de turbinas:
Energía química => Energía térmica => Energía mecánica => Energía eléctrica

Por el Segundo Principio de la Termodinámica o principio de degradación de la energía sabemos que todo cambio energético supone una pérdida de eficacia. Además, la Termodinámica nos dice que las transformaciones de energía en energía térmica o los flujos de calor son especialmente poco eficaces, perdiéndose mucho rendimiento. La pila de combustible, en lugar de producir reacciones químicas eminentemente exotérmicas y aprovechar el calor que liberan, lo que hace es llevar a cabo reacciones de oxidación-reducción que generan directamente y con escasa disipación calorífica una corriente eléctrica aprovechable. Esto es lo que ocurre en cualquier pila de casa, pero la pila de combustible se alimenta en continuo, de forma que es una mezcla entre una batería y un generador eléctrico, optimizándose el aprovechamiento energético.
La mayoría de estas pilas obtienen ese hidrógeno de los procesos de reformado de hidrocarburos, produciéndose hidrógeno molecular (H2) pero también óxidos de carbono, con lo que en principio estos métodos tienen un efecto contaminante cualitativamente similar al del uso del petróleo, pero cuantitativamente muy inferior, por el mayor aprovechamiento; pero también se puede extraer el hidrógeno del agua por electrólisis (ruptura inducida por electricidad, H2O ---> H2 + 1/2 O2) o pirólisis de hidrocarburos (ruptura térmica en torno a 1600 ºC, CH4 --> C + 2H2). Estos son los llamados "métodos limpios" de obtención de H2. Sin embargo, ambos requieren un consumo energético brutal: las electrólisis son muy caras en energía (no hay más que ver la producción de aluminio) y la pirólisis requiere mantener temperaturas tremendamente elevadas. Las fuentes tradicionales para este gran consumo energético serían energía nuclear de fisión o energía térmica, con lo que el aspecto "limpio" de la producción de H2 es sólo ilusorio, pero se han hecho experimentos avanzados en la utilización de energía solar, eólica o geotérmica, con buenos resultados. Al fin y al cabo, el principal problema de la energía eólica, por ejemplo, es que el viento es muy irregular y no coincide con los picos de consumo, pero si utilizamos el viento cuando lo haya para generar H2 y luego utilizamos ese H2 cuando no hay viento no existe ningún problema.
El tipo más utilizado de pilas de combustible es el llamado PEMFC, las pilas de combustible de membrana polimérica o de membrana de intercambio protónico, desarrolladas en torno a 1960 por General Electric y que se han utilizado con éxito en la nave espacial Gemini. Se alimentan de H2 gas o bien, últimamente, de alcohol metílico (MeOH), lo que permite, al ser el combustible licuado, reducir brutalmente el volumen de depósito necesario. Hasta tal punto son eficaces estas pilas que todo el transporte público de Islandia, país que tiene energía geotérmica para dar y regalar, funciona o va a funcionar en breve con estas pilas de combustible.

21 octubre 2005

Do not bend!

He recibido por fin un miniwargame prácticamente gratuito que encargué a MultiMan Publishing hace un tiempo: Target Arnhem: across six bridges. Todo bien, MMP demuestra una vez más su saber hacer. El problema está en Correos.
Es realmente paradójico: han llamado hace un rato al timbre para decirme que tenía un sobre grande, que bajara a buscarlo, como acostumbran hacer (más que nada porque, como sobresale, si no cualquier desaprensivo puede llevárselo). Lo que me ha indignado un poco y divertido bastante es que había escrito en el sobre, en bolígrafo y en grande, un imperativo Do not bend!, seguramente de manos de la joven que se encarga de enviar los paquetes de MMP, y el cartero había doblado la carta para meterla en el buzón justo por donde ponía Do not bend!
¡Funcionarios...!

20 octubre 2005

Reflexiones de autobús

Dado que, al fin y al cabo, consumo como 1/10 de mi tiempo útil en el autobús, y dado que el autobús no es precisamente el jolgorio en persona, lo aprovecho para leer, pensar o proyectar tonterías.
Ahora estoy leyendo un libro bastante interesante. Su título, La revolución francesa, de Albert Soboul, editado en 1981 por las Prensas Universitarias de Francia. Es un estudio de las causas y el desarrollo de la revolución burguesa por antonomasia.
De momento he leído la primera parte, el estudio socieconómico de la situación previa y un análisis ideológico/estructural de las "ramas" o "capas" de la población involucradas. Lo que sigue es una Historia más clásica, más descriptiva. Muy interesante.
Pero en ocasiones hay cosas más interesantes, que llaman mi atención. Esta misma noche, dos primos rubios, de como uno y dos años, rumanos por lo que he entendido a su madre, me han puesto de muy buen humor en el autobús con sus jugueteos. Pero no es de esto de lo que quería hablar, sino de un ejemplar odioso que me he encontrado esta mañana.
No me he fijado en ella en principio, es una como tantas; ropa más o menos cara, peinado supermoderno malteñido de rubio, complementos rosas horribles y móvil de superúltima generación. Iba hablando de ropa con una amiga, con un tono que denotaba de todo menos educación. Hasta ahí todo vulgar. Lo que me ha puesto de mal calitre ha sido un fragmento de (hemi)diálogo más o menos como el que sigue:

- Pero si al final nunca sabes qué pantalón ponerte...
- ...
- Es lo que te digo, yo tengo dieciocho pantalones y siempre me pongo los mismos...

Hay gente a la que no puedo por menos que desear algún mal.

Hogar, dulce hogar

De vuelta en la facultad.
Es horrible Octubre en Zaragoza: todo el mundo tose, niebla ajquerosa y frío pegajoso. Woo, cómo mola. Quién no puede sentirse orgulloso de su país así.
Por lo menos hoy tengo clase de alemán, una inyección de motivación que se agradece. No tengo aún ni idea, pero hay que ver lo pleno y germánico que se siente uno al decir Ich heisse Lothar von Waldhäusl, und ich komme aus Steiermark, in Österreich!

Hágase la luz

Y la luz se hizo. Y como el hombre siempre fue curioso, empezó a buscarle aplicaciones, y concluyó por meterla en cables para que corriera por donde él quisiera. Y consiguió que esa luz llevara su voz de un sitio a otro, como si de un agente de enlace se tratara. Y, por fin, consiguió que nó solo hablara, sino que llevara mensajes.
Y así, niños, funciona Internet.
Uno, por más que lo desee, no puede sustraerse a todas las modas. Sobreviví a Titanic (sin verla), sobreviví a Independence Day (sin verla), sobreviví a El código Da Vinci (sin leerlo), pero, cómo no, he caído en las pérfidas garras de la blogodependencia.
No sé si durará mucho, porque tengo una flagrante falta de constancia para estas cosas, pero bueno. Para quien le interese (y para el que no le interese pero esté aburrido).