Un poco de poesía: Völuspá (continuación)
Viene Hrym por el este, / en alto el escudo;
se revuelve el reptil / con furor de gigante;
chapotea la sierpe / y el águila grazna,
la que muertos destroza; / Naglfar se desata.
Por el mar en el barco / vienen del este
los hijos del Múspel, / Loki al timón;
los monstruos todos / avanzan con él,
el lobo los trae, / el hermano de Býleist.
Del sur viene Surt, / con el mal de las ramas,
resplandece la espada / del dios de los muertos;
rechocan los riscos, / rebullen las brujas,
al Hel van todos, / el cielo se raja.
Llégale a Hlin / su segundo dolor
cuando Odín ya corre / a luchar con el lobo
y el que a Beli mató, / el brillante, con Surt.
¡Allá ha de caer / de Frig la alegría!
Feroz ladra Garm / ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, / va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, / más lejos yo veo:
la hora fatal / de los fuertes dioses.
Acude el excelso, / el hijo de Sílfod,
al que come carroña / Vídar se enfrenta;
hasta el puño la espada / en su pecho clava
del hijo de Hvédrung; / ya a su padre vengó.
Abre su boca / el cinto del mundo,
la sierpe terrible, / arriba hasta el cielo;
con el monstruo pelea / el hijo de Odín
después que ha muerto / la gente de Vídar.
Acude el glorioso, / el hijo de Hlodyn,
a la bestia se enfrenta / el nacido de Odín;
con rabia la mata / el guardián del Mídgard;
dejarán el mundo / los hombres todos.
¡No oprobio se espera / el hijo de Fiorgyn
cuando él nueve pasos, / exhausto, se aparta!
El sol se oscurece, / se sumerge la tierra,
saltan del cielo / las claras estrellas;
furiosa humareda / las llamas levantan,
alto, hasta el cielo, / se eleva el ardor.
Feroz ladra Garm / ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, / va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, / más lejos yo veo:
la hora fatal / de los fuertes dioses.
Ve ella que luego / de nuevo el mundo
resurge del mar / con perenne verdor;
bajan cascadas, / por altas cumbres
el águila vuela / y peces atrapa.
Vuelven los ases / al campo de Idi,
del lazo del mundo, / el horrible, se cuentan
y allá rememoran / los grandes sucesos,
las viejas runas / de Fimbultyr.
Allá en la hierba / después hallarán
los tableros de oro, / de gran maravilla
que tiempos atrás / su gente tenía.
Sin siembra los campos / cosechas darán,
se reparan los males, / Bálder regresa;
en paz vivirán / Balder y Hod
en prados de Hropt. / - ¿O mejor lo sabéis?
Mañana pondré el comentario que Snorri Stúrluson hace en el siglo XIII de este pasaje.
se revuelve el reptil / con furor de gigante;
chapotea la sierpe / y el águila grazna,
la que muertos destroza; / Naglfar se desata.
Por el mar en el barco / vienen del este
los hijos del Múspel, / Loki al timón;
los monstruos todos / avanzan con él,
el lobo los trae, / el hermano de Býleist.
Del sur viene Surt, / con el mal de las ramas,
resplandece la espada / del dios de los muertos;
rechocan los riscos, / rebullen las brujas,
al Hel van todos, / el cielo se raja.
Llégale a Hlin / su segundo dolor
cuando Odín ya corre / a luchar con el lobo
y el que a Beli mató, / el brillante, con Surt.
¡Allá ha de caer / de Frig la alegría!
Feroz ladra Garm / ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, / va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, / más lejos yo veo:
la hora fatal / de los fuertes dioses.
Acude el excelso, / el hijo de Sílfod,
al que come carroña / Vídar se enfrenta;
hasta el puño la espada / en su pecho clava
del hijo de Hvédrung; / ya a su padre vengó.
Abre su boca / el cinto del mundo,
la sierpe terrible, / arriba hasta el cielo;
con el monstruo pelea / el hijo de Odín
después que ha muerto / la gente de Vídar.
Acude el glorioso, / el hijo de Hlodyn,
a la bestia se enfrenta / el nacido de Odín;
con rabia la mata / el guardián del Mídgard;
dejarán el mundo / los hombres todos.
¡No oprobio se espera / el hijo de Fiorgyn
cuando él nueve pasos, / exhausto, se aparta!
El sol se oscurece, / se sumerge la tierra,
saltan del cielo / las claras estrellas;
furiosa humareda / las llamas levantan,
alto, hasta el cielo, / se eleva el ardor.
Feroz ladra Garm / ante Gnipahéllir,
va a romper la cadena, / va a soltarse la fiera;
mucho sé yo, / más lejos yo veo:
la hora fatal / de los fuertes dioses.
Ve ella que luego / de nuevo el mundo
resurge del mar / con perenne verdor;
bajan cascadas, / por altas cumbres
el águila vuela / y peces atrapa.
Vuelven los ases / al campo de Idi,
del lazo del mundo, / el horrible, se cuentan
y allá rememoran / los grandes sucesos,
las viejas runas / de Fimbultyr.
Allá en la hierba / después hallarán
los tableros de oro, / de gran maravilla
que tiempos atrás / su gente tenía.
Sin siembra los campos / cosechas darán,
se reparan los males, / Bálder regresa;
en paz vivirán / Balder y Hod
en prados de Hropt. / - ¿O mejor lo sabéis?
Mañana pondré el comentario que Snorri Stúrluson hace en el siglo XIII de este pasaje.
1 Divagaciones:
Magnífica esta poesía épica. Siempre es interesante conocer un poco más a fondo estas cosas, además de por la cultura que es, por lo que puede trasmitir.
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